5 desafíos de los gobiernos locales en Colombia


Visto desde la perspectiva regional, latinoamericana, Colombia es un caso particular desde muchos aspectos, incluida la dinámica de los gobiernos locales, su evolución y desarrollo, permeada por décadas de conflicto armado que desencadenaron en culturas y procesos sociales, económicos y políticos muy disonantes del resto del continente, es por esto que los 5 desafíos que enfrentan los gobiernos locales en Colombia hacen frente a las consecuencias de esa realidad que invadió durante años el saber administrativo público de los municipios.

Desafío 1: El Posconflicto.

El posconflicto nos pone de cara unos a otros, nos invita a reconocernos en la otredad, a asumir nuestras realidades y a reconocernos como seres únicos y sociales, pero no solo desde la sociedad civil, también nos invita a repensar el saber administrativo de lo público, sobre todo porque las administraciones locales en Colombia fueron quienes padecieron en todo momento el conflicto armado, y con esta vivencia el repensar el papel de las administraciones locales es un elemento fundamental para el devenir la gobernabilidad en Colombia.

El posconflicto invita a los gobiernos locales a sacudirse de esas relaciones de poder local y regional, que se gestan en los procesos electorales con el objetivo de controlar los procesos contractuales estatales locales y de usar la gestión de recursos públicos para los territorios como arma política para aunar lealtades a partidos políticos o votos para que terratenientes locales sigan manteniendo su poder de cara al gobierno nacional.

El posconflicto es pues la oportunidad de los gobiernos locales para que piensen sus territorios desde la producción, desde el medio ambiente, desde los saberes, desde la infraestructura, desde lo social, desde lo cultural y desde allí generar programas y proyectos que alejen a las administraciones de las prácticas políticas tradicionales.


Desafío 2: Desarrollo de competencias administrativas y gerenciales.


En Colombia más del 90% de los municipios se encuentran en 6ª categoría[1] esto quiere decir que los recursos que administran y gestionan los gobiernos locales son escasos, mucho de ellos deben hacer uso del Sistema general de participaciones y transferencias para su misma operación y desarrollo de pequeños proyectos, es mas muchos de ellos ni siquiera manejan sus propios recursos en educación y salud, estos son administrados por los Departamentos, ya que se considera que los municipios no cuentan con las capacidades suficientes para manejarlos, ya que no están certificados para ello. 


El personal de las administraciones municipales en su mayoría son cargos de libre nombramiento y remoción (Secretarios de despacho, etc), prestación de servicios (Planta profesional) o de carácter temporal (Otros), este hecho no permite la integración de unas estructuras locales fortalecidas si no que por el contrario dada la alta rotación de personal, vigencia tras vigencia no son aprovechadas las competencias y capacidades del talento humano existente.

No se buscan formas alternativas para la financiación de las necesidades locales, por falta de conocimiento, información o tiempo de quienes componente la administración local, así por ejemplo la gestión de proyectos es una práctica muy poco frecuente en las alcaldías, la búsqueda de proyectos de cooperación se ve una práctica improbable para los municipios alejados de las grandes urbes, por este desconocimiento las administraciones locales se ven orientadas a caer en prácticas políticas que no siempre redundan en beneficios para los habitantes del territorio.




Desafío 3: Visión del territorio.

En virtud del sistema electoral Colombiano, los programas de gobierno se proyectan a 4 años, esto ha perjudicado profundamente los gobiernos locales, porque dadas las dinámicas de poder y los intereses económicos del momento, de focalizan recursos, se ejecutan proyectos y se usan recursos naturales que muy pronto se abandonan o dejan de ser relevantes para las próximas administraciones.

Por esto es necesario crear visiones a más largo plazo del territorio, a desarrollar una vocación productiva o industrial de los municipios que sea consentida por los habitantes y no por un plan de gobierno temporal, que permita el desarrollo de cadenas de valor y cadenas productivas, que incentiven a sus habitantes a permanecer en el territorio y no migrar a las grandes ciudades, que inviten a la inversión y al turismo local.

Para esto es sustantivo que los gobierno den valor a lo local, deben ponerse las gafas de la globalización y pensar los productos, servicios, la cultura y el arte local como valores de exportación que aportan a la economía local y estos solo se logran con políticas locales abiertas y con inversiones locales que apalanquen estos procesos económicos locales.

Desafío 4: La Región.

La división político administrativa del territorio es una distribución imaginaria del territorio, pero el territorio tiene más cosas en común que las que lo dividen, las administraciones deben deslindarse de esta idea de separación y pensar lo que tienen en común varios municipios que comparten un mismo territorio, se comparten ríos, mesetas, minas, vías, cultivos, industrias, recursos entre muchas otras alternativas que pueden generar beneficios escalables para los habitantes.

Aquí cabe aclarar que a pesar de que esta visión del territorio está establecida desde la constitución de 1991 en Colombia, todavía no se ha desarrollado, debido a intereses políticos y económicos en cada región y en el gobierno central.

Como región las administraciones locales podrían acceder a recursos de cooperación internacional que les permitirían el desarrollo de proyectos a mayor escala y con mayor potencial de desarrollo a largo plazo, ya que al compartir recursos y obligaciones, también se comparten beneficios y se reinvierten en el territorio.

Es vital que las administraciones locales no esperen que el gobierno nacional reglamente las regiones, por iniciativa propia se pueden llevar a cabo proyectos que si se articulan de forma adecuada pueden traer sendos beneficios a la población.


 Desafío 5: Reingeniería cultural.

Es vital para las administraciones locales en Colombia, desaprender las prácticas políticas que aun hoy la dominan, es vital pensarse con autonomía, hacer uso de la descentralización que existe hasta el momento para asumir un papel activo en la transformación de los municipios, alejarse de prácticas políticas y económicas que terminan en corrupción y que no permiten que los recursos se inviertan en lo que se debe invertir y que los beneficios no llegan a los ciudadanos por que se quedan en el camino.

Es necesario dar fuerza el patrimonio inmaterial, al a cultura y el arte local, apalancarlos para que hagan parte de la vida económica de las regiones, las expresiones culturales y todas las actividades de las industrias creativas, del medio ambiente pueden convertirse en una fuente permanente y estable de trabajo para los ciudadanos.

 by Mauricio Pineda Public Administrator.




[1] Es una categoría que se asigna a los municipios colombianos en virtud de la ejecución eficiente de los recursos financieros provenientes tanto de las transferencias del gobierno central como de la adecuada gestión de los propios, vía predial y otros, según corresponda.

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