5 Aspectos clave, para entender la frontera con Venezuela

La singularidad de los procesos, sociales y económicos que ocurren en la frontera entre Colombia y Venezuela, son consecuencia de la compleja realidad interior que viven, cada uno de estos dos países, desde los que incluso se construyen realidades y transformaciones a nivel continental, y son el escenario en donde ocurren los 5 aspectos claves para entender esta frontera:

 

I.              EL ARCO MINERO DEL ORINOCO 

La primera vez que escuche hablar del arco minero del Orinoco, finales de 2017, me encontraba trabajando en Puerto Carreño Vichada, me decían que había Coltán y todos esos minerales de moda, que necesitan las grandes empresas de telecomunicaciones para construir sus dispositivos móviles, lo cual no pasaba de ser en ese momento un supuesto y un tema de conversación informal, dado que para un Colombiano desprevenido solo era algo que los beneficiaría a los Venezolanos, de lo que no nos percatamos en aquel momento era del impacto que iba a tener la explotación de estos recursos en Colombia. 

Para poder entenderlo, revisemos primero la actualidad de la explotación de otros recursos naturales en territorio venezolano, como lo son el petróleo y el oro:

 

La caída del petróleo venezolano 

En todo el mundo el petróleo ha mostrado una grandísima reducción de su precio por barril, y esto ha afectado la economía de muchos países, pero especialmente a la de Venezuela, porque además de reducirse los precios, dejaron de producir, ¿por qué? por que cerraron sus dos grandes refinerías Amuay y Cardón, por físico deterioro de la infraestructura y capacidad técnica para hacer frente a los retos que esto supone, dado que desde hace varios años sacaron a los ingenieros y técnicos que podían hacerlo para reemplazarlos por personas cercanas al partido de gobierno pero que no tienen idea de cómo mantener en operación dichas instalaciones. 

Sumado a esto encontramos la venta anticipada de petróleo que realizaron a países asiáticos y de medio oriente que no han podido cumplir y los ha llevado a la quiebra, y es de tal magnitud que sus acreedores han empezado a embargados, por tal razón el gobierno de Caracas ha acudido a estrategias del contrabando para poder sacar el petróleo y que no les embarguen las embarcaciones, como lo es transbordar el petróleo en aguas Venezolanas a otros buques de banderas aliadas para que no sean embargados en alta mar. 

Así las cosas, te preguntarás, Y ahora, ¿cómo va a mantener este régimen su revolución?, y la respuesta a esta pregunta así como las esperanzas del régimen están puestas en:

 

El oro que se escapa de las manos 

El arco minero del Orinoco, es una zona que atraviesa desde los límites con Puerto Carreño, Vichada en Colombia, hasta las Guayanas en el extremo oriente del país y la mayor parte de esta zona minera se arraiga en el estado Bolívar, se estima que esta zona hay más de 7.000 toneladas de oro, lo que la ubica como la 2da mayor reserva  del mundo, además cuenta con reservas de kimberlita, diamantes, coltán, paucita entre otros más de 40 minerales de gran valor.

Pensando en explotar estos recursos, el gobierno venezolano firmó acuerdos con empresas rusas y chinas, siempre asegurando el control del 55% de dichas empresas para el gobierno, incluso aprobaron las explotaciones mineras a cielo abierto. 

Sin embargo este plan no le dio resultado al gobierno, porque la mayoría de esas explotaciones mineras llevan años y décadas realizándose de manera artesanal, por grupos y bandas criminales, la mayoría de las cuales no son afines al gobierno, en el país existen más de 2000 minas de oro ilegales, que representan la mayor producción de este precioso mineral y la mayoría de ellas se encuentran bajo el control de, alias Toto, quien se enfrenta al ejército y la política por el control de estos emporios mineros sin que hasta el momento el estado haya logrado superar la supremacía de esta persona en el territorio dado su arraigo de décadas en el estado Bolívar. 

Adicionalmente durante los últimos años se han sumado a esta disputa, el ELN, disidencias y Paramilitares Colombianos, que luchan por el control de estas minas, se afirma que el 60% de los ingresos del ELN provienen de actividades de minería ilegal principalmente en Venezuela. 

Se estima que de cada 4 toneladas de oro, solo 1 llega al banco central de Venezuela, que es el encargado de exportarla  a Turquía, Dubái o Uganda, las otras 3 toneladas navegan las aguas de la ilegalidad, y si a esto le sumamos los niveles de corrupción, el cobro de impuestos que hacen los militares a las actividades de estas organizaciones y sobre todo que el oro que exporta Venezuela, no regresa a su territorio, podremos inferir que esta no es una muy buena opción para mantener el régimen. 

Finalmente encontramos como una actividad minera al interior de Venezuela, está sirviendo de catalizador de los conflictos que se presentan en la frontera con Colombia, pues esta actividad le ha dado un nuevo aire económico a las organizaciones guerrilleras y paramilitares que se resguardan en ese territorio, además les está dando nuevos recursos para continuar sus operaciones a ambos lados de la frontera, lo que está haciendo que cuente con recursos para comprar armas, organizar atentados y realizar masacres tal y como ocurre hoy en el Catatumbo.

 

II.            VENEZUELA, ¿NARCOESTADO? 

A mediados de 2016 me encontraba coordinando la implementación de un programa gubernamental en el norte de Boyacá, uno de los municipios a cargo era Cubará, Boyacá, este municipio es el único de frontera que tiene este departamento, a su vez es un municipio “Boyacense” que une el departamento de Arauca con los Santanderes. 

Pues fue en una de sus veredas fronterizas en donde desde aquel entonces pude evidenciar hacia territorio venezolano, según comentan algunos pobladores, cultivos de coca que eran resguardados por la guardia de dicho país, en ese momento no pasó de ser una anécdota del contexto, pero lo que evidenciaba eran los inicios de una transformación en de la forma de operar del narcotráfico en la frontera.

 

De corruptos a narcotraficantes 

La historia de cómo el narcotráfico se ha enquistado en las estructuras del gobierno y del ejército venezolano, tiene dos etapas, la primera etapa inicia a mediados de la década pasada (2015-2016) en donde las estructuras de las organizaciones de narcotráfico de Colombia empezaron a buscar nuevas rutas para sacar la droga de Colombia. 

En esta tarea se encontraron que a través de sobornos a cuanta autoridad civil o militar de Venezuela lograban atravesar el país y luego embarcar la droga en rutas que pasan por todo el caribe y luego Centroamérica, hasta llegar a los Estados Unidos, luego de varios millones de dólares pagados en sobornos, la relación de connivencia avanzó y los carteles empezaron a entregar sendos cargamentos más allá de la frontera a estas autoridades civiles y militares organizadas para transportar estos cargamentos a través de su territorio con una mayor facilidad, fue tal el arraigo de estas nuevas relaciones comerciales ilícitas que incluso los carteles decidieron pasar sus centros de operaciones a territorio Venezolano, desde donde orquestaron toda la operación, desde los cultivos en Colombia, pasando por las rutas por el caribe, hasta las entregas en centro y norte américa.

 

El cartel de los soles 

Cuando los militares y autoridades civiles del gobierno venezolano se sintieron más cómodos y conocedores del manejo de las rutas de narcotráfico, sintieron que debían tomar el control de negocio para ellos mismos, así que expulsaron a la DEA de Venezuela y eliminaron los acuerdos para monitoreo de aviones para temas de cultivos ilícitos y narcotráfico. 

Luego el gobierno decidió que era momento de tomar el control de las rutas de la narcotráfico y para esto obligaron a los narcotraficantes que se encontraban en su territorio a entregarlas, los que no lo hacían eran asesinados, encarcelados o extraditados, de esta forma fue que extraditaron hacia Colombia a Maximiliano bonilla Alias Valenciano, jefe de la oficina de envigado, a Héctor Buitrago alias Martin Llanos, y a Daniel Barrera alias el loco barrera, que al negarse a entregar las rutas fueron los chivos expiatorios del régimen para señalar una supuesta lucha contra el narcotráfico, que en realidad encubre un cambio de administración del negocio del narcotráfico en cabeza del cartel de los soles, nombre que se da en alusión grados de los generales que mueven el negocio. 

Cuando arrestaron al narcotraficante Venezolano Makle, este señaló que el control de las rutas estaba a cargo de Diosdado Cabello y de los generales de la guardia Venezolana, además señaló que el ELN y las disidencias de as FARC conniven con el gobierno Venezolano en el control de las rutas, lo que genera bastantes rentas para estos últimos, sobre todo si tenemos en cuenta que casi el 20% de la producción mundial de cocaína pasa por Venezuela y que los laboratorios para su procesamiento están creciendo por decenas en este país. 

Finalmente podemos inferir como el acelerado crecimiento del negocio del narcotráfico en Venezuela, dinamiza la problemática de frontera en Colombia en donde diversos actores armados pelean por el control del territorio, bien sea para el control de los cultivos, el procesamiento, el transporte y hasta la escasa comercialización de la droga, lo que agrega un ingrediente perverso para las comunidades, indígenas y campesinos de la frontera. 

 

III.           CARTELES MEXICANOS 

¿Que tienen que ver las nuevas generaciones de los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco con la frontera de Colombia con Venezuela y Ecuador? aunque la intuición nos diga que nada o muy poco, la realidad supera ampliamente nuestra imaginación.

 

Como entran estas organizaciones a Colombia 

Hace 20 años los narcotraficantes Mexicanos pagaban a sus pares Colombianos US20.000 dólares por kilogramo de cocaína puesto en México o Estados Unidos, buscando reducir costos los narcos Mexicanos buscaron a los productores Colombianos a quienes solo pagaban US1.000 dólares por el kilogramo, sin embargo estos éxitos eran esporádicos en el territorio dada la presencia de diferentes actores armados Colombianos en estas zonas, siempre habían buscado llegar al Catatumbo a donde afirman algunos de ellos “Se produce la mejor coca del mundo”. 

Dos factores posibilitan la entrada y establecimiento en el territorio colombiano de los carteles Mexicanos, el primero y de forma paradójica, es la lucha frontal del gobierno Colombiano contra el narcotráfico, ya que esta lucha les abrió las puertas al Catatumbo. 

Cuando las autoridades Colombianas dieron de baja a Víctor Navarro, alias Megateo, líder del EPL en esta zona, quien era el que ordenaba el movimiento de cualquier gramo de droga que se producía en la zona, pues con su muerte, los grupos armados se desfinancian y los campesinos no tuvieron quien les comprara sus cultivos y empezaban a apremiar las deudas para los cultivadores a causa de no poder vender sus cosechas, justo este momento fue aprovechado por lo carteles Mexicanos para entrar a la zona, con bultos de billetes, dólares y pesos, lo que fue un alivio para los campesinos y obligó el ELN y al EPL a aceptar a los nuevos compradores, los cuales asumieron toda la cadena de logística. 

El segundo factor que posibilitó la entrada de los carteles mexicanos en el Catatumbo fue como ya vimos, la captura de los narcos Colombianos en territorio Venezolano y la posterior guerra que se desató en la frontera posteriormente a dichas capturas por el control de la producción y transporte de la droga en estos territorios, ELN, EPL, Disidencias, Paramilitares (Rastrojos) y otras bandas iniciaron una guerra, que mientras ellos luchaban por el control, los campesinos acumulaban cosechas y deudas, y como ya vimos, esto fue aprovechado por lo carteles para establecerse como los nuevos señores de la droga.

 

El nuevo funcionamiento del negocio 

Quienes hoy dominan la producción, transporte y comercialización de la droga en el Catatumbo y Nariño en Colombia, son los carteles mexicanos quienes han establecido su sede en San Felipe, municipio de Machiques de Perijá, en Venezuela. 

Los cárteles mexicanos usan emisarios centroamericanos para comprar las cosechas y controlar algunos laboratorios, entran por el Dorado en Bogotá con visas de turistas, llegan al Catatumbo o Nariño, pagan la cocaína y la pasan a Venezuela (la frontera es un río que en tiempos de verano el agua llega al tobillo y en invierno usan lanchas artesanales) o al pacífico según corresponda y de ahí la sacan de Venezuela al caribe y de ahí a por Centroamérica a Estados unidos o por España o Marruecos hasta Europa y si es de Nariño, por el pacífico a Centroamérica hasta estados unidos e incluso a Asia.

 

IV.          DROGAS EN COLOMBIA 

Cuando llegué a trabajar en Arauca a inicios de 2018 una de las primeras cosas que me sorprendió fue encontrar uno de los primeros territorios libres del cultivo de drogas, ya que sus habitantes históricamente habían padecido el flagelo de tener que sembrar y comercializar la hoja de coca bajo el escrutinio subversivo de las FARC y el ELN.

 

Lucha contra las drogas 

El gobierno Colombiano siempre ha enfrentado el problema de las drogas con estrategia militar, creando nuevas fuerzas operativas, comandos operativos, brigadas, grupos especializados etc., que combinan integrantes de varias fuerzas y avanzan en zonas de cultivo en busca de las organizaciones armadas y de sus cabecillas para “Desarticularlas” y así asestar golpes certeros a las estructuras del narcotráfico, sin embargo como hemos visto con la muerte de alias Megateo, la estrategia no sirvió, porque en la zona del Catatumbo los cultivos por el contrario de disminuir se aumentaron.

 

Erradicación forzada, voluntaria y PNIS 

Continuando con la línea política de erradicación de cultivos del gobierno Colombiano, la fumigación aérea con glifosato, la erradicación forzada, sencillamente no han funcionado en décadas de implementación, porque solo afectan al campesino, porque si el campesino la mejor opción para tener ingresos es cultivar coca, él lo va a hacer y si la fumigan solo pierde el campesino porque nadie le compra su cosecha, sin embargo esta sigue siendo la mejor alternativa de ingresos y vuelve a sembrar nuevamente, por esto no funcionan este tipo de estrategias.

Los programas como el PNIS buscan que se reemplacen los cultivos y evitar la resiembras, sin embargo son acciones o programas temporales, que llegan por un tiempo con fuerza pública y alternativas productivas, que al tener carácter temporal no logran establecerse como una alternativa de ingresos estable y duradera, cuando la fuerza pública y las instituciones del estado se van, la estabilidad de ingresos para el campesino la vuelven a dar los cultivos de drogas, y tenemos resiembras y recaemos en las mismas zonas de cultivos, por esta razón estas acciones del gobierno no tienen el impacto esperado y mucho menos representan una solución para los campesinos en la mayoría de las ocasiones.

 

Como el cacao y el plátano cambiaron la cara de un departamento 

Cuando se sembraba coca en Arauca, la rentabilidad por hectárea de coca para un campesino rondaba los $450.000 (U$122), con la firma del acuerdo de paz, la salida de las FARC, se abrieron nuevas posibilidades para los cultivadores del departamento, en Arauca se siembra Cacao, Plátano, Aguacate, Papaya, Maracuyá, Se produce leche, Ganadería etc., de estas las que le permitió dar el salto de una economía ilícita a una lícita, fueron básicamente el Plátano y el Cacao, este último incluso ha logrado premios internacionales, y esto ha sido posible porque la rentabilidad de la hectárea de cacao para un campesino está alrededor los $2.000.000 (U$546) y la de plátano de $1.600.000 (U$436), este hecho ha catalizado la transformación productiva del territorio, sumada a la presencia de programas de cooperación internacional en la zona y del sistema de naciones unidas que abordan desde otras perspectivas la diversa complejidad de este territorio. 

Como vemos, dinámicas al interior de Colombia avivan las problemáticas en la frontera, con estas acciones de fumigación, erradicación forzada y programas de sustitución a medias, lo que se logra es avivar a los actores armados en la zona, sobre todo si las problemáticas de los campesinos no son abordadas adecuadamente desde el gobierno colombiano.

 

V.            MIGRACIÓN Y EL PESO COLOMBIANO MÁS ALLÁ DE LA FRONTERA 

Durante 2018 y 2019 tuve la oportunidad de trabajar con población migrante y compartir con ellos algunos kilómetros de recorrido, (Desde la salida de Tame, Arauca, hasta el centro poblado de Puerto San Salvador, frontera con Casanare), sus experiencias, su falta de información, su desconocimiento del territorio, la desesperanza al abandonar su país, su valentía al lanzarse a un país desconocido, realmente son aspectos admirables, solo van un día a la vez, una comida a la vez, “No sabemo ni que pasa en la curva chico” decían, y con esa frase, resumían su visión del futuro en ese momento.

 

Migración Pendular 

Más que un proceso migratorio de Venezolanos, lo que vemos en las carreteras de Colombia es un desplazamiento forzado, causado no por un grupo armado, si no por un estado, que para empeorar las cosas no es un estado en guerra con otro o un conflicto interno y de polarización que enfrenta a sus nacionales que pudiese justificar la indiferencia e inoperancia de ese estado con sus nacionales, como ya hemos visto lo que ocurre con ese estado es que ha sido permeado por el narcotráfico, el oro y la codicia de sus dirigentes. 

un desplazamiento de este tipo, como se realiza a un país vecino, permite que quienes se desplazan dejen la puerta abierta para estar regresan periódicamente a su territorio, y justamente esto es lo que sucede con la frontera, los ciudadanos venezolanos van y vuelven, por que constantemente están buscando el equilibrio entre ingresos y bienestar, trabajo y visito mi familia, y para sumarle a esto de ambos lados de la frontera no hay una política clara frente al fenómeno, la mayoría de ellos no se han podido establecer, por no tener documentos, son contratados para trabajar en condiciones inferiores a las de los nacionales colombianos y esto hace que deban moverse constantemente entre ciudades y países de toda Latinoamérica, siempre buscando mejores condiciones. 

Ahora con la pandemia, la condición de pendularidad de su desplazamiento deviene en aumentos del riesgo de propagar mucho más el virus, porque con la pandemia las condiciones también se han dificultado para ellos y mantienen un constante movimiento en la frontera. 

Este movimiento mantiene viva la frontera en términos económicos, pero con los riesgos propios de inseguridad y de sanidad de acuerdo con el contexto Covid actual, lo cual supone un reto sobre todo para el gobierno de Colombia, que tampoco asume una posición clara y definitiva frente a esta situación que ya hace parte de la realidad de Colombia.

 

El peso Colombiano 

Dada la tremenda devaluación de la moneda Venezolana, la dolarización de la economía y la dificultad para realizar transacciones comerciales diarias en el vecino de país, en toda la zona de frontera se ha impuesto el uso de las 3 divisas que operan en el país, el dólar, el peso y el bolívar, pero la que más peso tiene, es el peso Colombiano, el dólar se usa sobre todo en la zona céntrica del país, en su capital Caracas y áreas circundantes, pero hacia la frontera la principal divisa es el peso Colombiano, en estos estados la moneda colombiana ha logrado una penetración hasta ciudades capitales, ahora puedes pagar con pesos Colombianos el transporte, los víveres, la ropa, los servicios públicos, esta es una expansión de la moneda Colombiana que no estaba pensada más allá de un incipiente comercio de frontera, incluso algunos comercios y empresas de estos estados ofrecen la opción de pagar en la divisa Colombiana, fenómeno que de avanzar tendrá efectos inesperados en las economías a ambos lados de la frontera.

 

CONCLUSIONES 

La frontera entre Colombia y Venezuela no es un lugar aislado, desvinculado de las acciones de cada uno de sus gobiernos, la frontera es un lugar en el que las medidas que toman cada uno de esos gobiernos encuentran su mayor escenario de expresión, y es un lugar en donde se pueden hacer las mejores evaluaciones de las acciones y decisiones de estos dos estados. 

Un estado permeado por el narcotráfico y el otro permeado por la corrupción son el escenario perfecto para que los narcotraficantes mexicanos hayan encontrado la forma de ingresar a estos dos territorios y dinamizar una economía ilícita que genera grandes dividendos económicos para los carteles y pérdidas sociales para ambos estados. 

El catalizador de todo este fenómeno en la frontera, son los cultivos de coca, si el gobierno colombiano cambia su perspectiva de abordar el fenómeno de las drogas, si el gobierno colombiano no se enfoca en recuperar esos territorios con inversión productiva, con inversión en equipamiento urbano y rural, con inversión en infraestructura vial, con inversión en educación y salud, de lo contrario el problema continuará y los campesinos de estas zonas seguirán siendo las víctimas de una visión leguleya y obtusa del fenómeno de las drogas en Colombia. 

Tal como señala Lederach en su libro La imaginación moral, “Una y otra vez los procesos de cambio han sido definidos por la capacidad de los actores de imaginarse a sí mismos en nuevos tipos de relaciones, con semejantes y con enemigos, por una voluntad de aceptar la complejidad y no enmarcar su reto como una polarización dual, por actos de enorme creatividad y por una voluntad de riesgo”, e iniciar por transformar la realidad de los campesinos cultivadores de coca en el Catatumbo es ir en esta dirección, una acción simple que deviene en grandes cambios en la frontera puede hacer la diferencia.


Fuentes:

UNDOC

DW

Insight Crime

El Oro Venezolano | Visual Politic

Narco Estado | Visual Politic

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